Es cierto que por lo general siempre intento que los novios sientan mi presencia como un amigo más en su boda. Esa sintonía favorece la naturalidad en la fotografías, las risas y la espontaneidad. Esto es algo fundamental cualquier reportaje que se precie. Sin embargo en esta boda ellos también me hicieron sentir a mí como un buen amigo. En ocasiones casi se me olvida que estaba trabajando y eso es de agradecer. Os dejo algunas fotos de mis nuevos amigos en el día de su boda.






























